La experiencia de visitar la Montaña de 7 Colores es una aventura de día completo. Durante el recorrido, se puede apreciar la majestuosidad de la Cordillera del Vilcanota, la montaña Ausangate, los glaciares, los nevados y la fauna silvestre, incluyendo las alpacas, que son características de la zona.

La historia de esta montaña se basa en diversas investigaciones realizadas en el lugar. La variedad de tonalidades que se aprecian en la montaña se debe a los diferentes minerales que se encuentran en capas en la zona. Los colores más destacados son la arcilla roja y fanfo (rosado), arcilla (rojo), arenisca (blanco), marga (lavanda), arcilla y óxido de cobre (verde) y limonitas (amarillo pardo).

Con el paso del tiempo, debido al cambio climático y las condiciones extremas, la nieve que cubría la montaña se fue derritiendo, revelando al mundo lo que hoy en día es uno de los atractivos turísticos más importantes de Cusco.

El tiempo estimado de caminata para llegar a la Montaña de 7 Colores es de aproximadamente 2 horas. Si dispones de tiempo adicional, se recomienda visitar el mirador del Valle Rojo, que se encuentra muy cerca de la montaña y ofrece una vista panorámica impresionante.